6/15/2006

Antonio




Mi abuelo (el padre de mi padre), era un hombre alto y delgado, con movimientos delicados y olor a libro viejo. Mi abuelo tenia una piel blanca, pelo blanco y barba blanca; el alemán le decían sus amigos.
Yo tenia mas o menos unos 10 años de edad cuando mi madre me fue a buscar al colegio, era una mañana fría de invierno en Talca. Mi madre me esperaba en la oficina del inspector. Apenas llegue allá me dijo “hijo, el tata murió”. No lo podía creer, mas bien no entendía lo que pasaba, a esa edad es poco lo que uno entiende de la muerte. Rápidamente viajamos a Linares donde mi abuelo vivía. Cuando llegamos mi padre exploto en llanto, nunca había visto a mi padre llorar, fue algo fuerte verlo tan mal.
Muchas señoras rezaban al rededor de mi abuelo y muchos caballeros hablaban de el, decían que el Antonio había sido una persona alegre y generosa, que sus historias eran geniales y que sus asados eran buenísimos. Las señoras seguían rezando y algunos caballeros y tíos seguían contando historias de mi abuelo. Contaban que un verano se le ocurrió arrendar una carreta para ir a la playa y que invito a una cantora para hacer mas entretenido el viaje, mi padre movía la cabeza y sonreía. También contaban que mi abuelo en navidad le gustaba adornar el árbol de pascua con globos y algodón para simular la nieve, que para el año nuevo siempre contaba una historia de juventud y todos lo escuchaban con respeto. Ese era mi abuelo, un gran personaje.
Al otro día nos dirigimos al cementerio para dar el último adiós al tata. Algunos parientes y amigos dijeron algunas palabras. Cuando llego el momento de bajar el ataúd una sensación rarísima se apodero de mi y comencé a llorar. Llore, llore y llore, no sabia muy bien porqué, pero no podía dejar de hacerlo. Ahora que pienso en esto me doy cuenta que lloraba por no haber conocido tan bien a mi abuelo, solo sabia que era alto y delgado, con movimientos delicados y olor a libro viejo, una piel blanca, pelo blanco y barba blanca. Creo que lloraba por no haber conocido a ese viejo alegre y generoso, con historias geniales que me hubiese encantado escuchar. Lloraba por no haber compartido asados, navidades y años nuevos con mi abuelo. Perdí una gran persona que no alcance a conocer, por eso creo que lloraba tanto.

6/06/2006

6-6-6


Parece que el fin ha llegado…. no tengo tanto miedo porque creo que mi vida ha sido buena……..no la verdad tengo un poco de miedo, no he disfrutado lo suficiente, he perdido mucho el tiempo. No quiero morir sin antes haber viajado por África, sin haber saltado en benji o sin haber visto el fondo del mar. No quiero morir lejos de mi madre y menos aun trabajando con colegas que no me caen muy bien. Que pasara con las cosas que pensé hacer y nunca las hice, me voy a arrepentir, lo se. Ya no hay tiempo.
El fin ha llegado, no hay escapatoria. Voy a morir siendo un don nadie parece, que rabia.

¡Puta la güea no quiero morir! ¡No quiero dejar de existir!

Pido perdón a todos los que he hecho sufrir en mi vida. Si tuviera la oportunidad de sobrevivir a esto les juro que cambiare, no seré mas el güeon pesao´ o amargado que soy. Haré todo lo que siempre he querido hacer. Tratare de ser el hombre mas feliz del mundo, lo juro.
Mi vida fue mas corta que la cresta y no hice nada importante.

(el fin de semana quería cortarme el pelo)