Tengo un ritual todas las noches antes de dormir. Lo ultimo que hago es apagar la tele y en ese mismo instante la ultima palabra que sale de ese aparato es lo que pasara al otro día. Por ejemplo si escucho felicidad, todo sera feliz al otro día, o si dicen precaución, sera un día en el que tendré que andar atento a cualquier cosa. Claro que lo bueno de esto es que siempre trato de apagar el televisor en el momento justo que alguien dice una palabra buena o una palabra que me convenga.
Cuando me acuerdo al otro día de la ultima palabra que escuche me doy cuenta que en realidad no funciona, siempre pasan cosas que no tienen nada que ver con lo que dijo el televisor; nunca resulta.
La vida es mas compleja de lo que creo, no por escuchar una palabra antes de dormir mi vida sera distinta, parece que siempre lo he sabido, pero igual sigo haciendo el estúpido ritual
(...por si las moscas).
5 comentarios:
en todo caso los rituales son buenos creo yo, son como ejercicios de fe.
dani.-
Pero los rituales de repente se transforman en algo sin sentido, lo haces por hacerlo. Los rituales se vuelven rutinas en muchos casos y dependemos de ellos.
hermano, no se si mi comentario sera hablar o comentar que me parecio tu historia, tu volada, tu cuento... creo que me veo en la necesidad de decirte que, pese a la loca historia que cuentes,no dejes de hacerlo...me entretientes y sorprendes.
puede ser...entonces a lo mejor hay que saber qué rituales tomar en serio.
dani.-
Hola Miguel... Yo también tengo rituales y más que rituales, lisa y llanamente mañas jajajaaa.
Bueno, gracias por todo, por tu amistad!
Saludos!
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